En
esta noche de julio
de
añorada tormenta
Yo
en el zaguán
de
mi casa
Yo
con la piel
rezumando
rocío de
peces de verano
pescando
lunas
de plata
voy
atrapando
encelando
cada
aroma errante
que
despierta
que
se pierde
tras
la estela de la lluvia…
Y
los llamo por su nombre:
Éste
es de salvia mojada
A
espiga malva de lavanda huele ése
Este
aire pavonado de flores de sol
es
del coral de mis santolinas
Perfume
de oscura
miel
de flor de brezo
me
llega de debajo de los pinos
Olores
de luz
de
oro viejo de damasquina
me
vienen del arriate
Y
este último leve beso
es
el de una
rosa
partisana
nacida
del
pobre vientre
de
mi estéril ribazo de arcilla…
Del
balcón de la casa
me
baja luego un olor distinto
un
aroma
de
entraña tierna
de
secreto
en
saquito de almizcle
dormido
a
la sombra
de
un corazón
tan
anclado a la tierra
que
sólo lo despierta
para
que nazca ahí mismo
sólo
para perderse
tras
la estela
de
la añorada lluvia…
Y
que reconozco
Y
que respiro hondo
Y
que lo llamo por su nombre:
Que
te vaya bonito
aroma
errante…
Amor
mío
© Rubén Lapuente
Muy evocador
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