RECITALES Y ARTÍCULOS

domingo, 9 de diciembre de 2018

CELESTINAS ROSAS


Las rosas hacen bien su trabajo
a pesar de que ya no nacen
del corazón de la tierra.
De que ya no sufren
para reinar en el rocío.
Bajo la toilette de plásticos,
ataviadas de rojo terciopelo helado,
ahora vienen rociadas de aséptico olor:
Todavía imposible coserles
ese perfume único
de mujer al desnudarse
que tiene una rosa en su almario…
Pero da igual.
Para casi toda mujer  
cada una guarda una fecha grabada,
un rostro diferente,
un búcaro distinto
para cada renovado Cupido.
En cambio  para uno
son el mejor aliado para un remiendo.
Sobre todo cuando
hay que pegar un trocito roto
dentro del pecho.
Ahí están.
Y siempre ramo de rojo rubí ardiendo
si el regazo anda malherido.
Que sacan melindres de niña
en carne madura.
Y ciegos besos eternos
de fin de película rosa…
Son tu alcahueta
La manera de decirla esa palabra
que no sabes por qué no te sale
como si a estas alturas de la vida
el largo olvido de un te quiero en los labios
le sonara a ella a mentira…
Sí,  hacen muy bien su trabajo…
Ahora que el amor
ya no es aquel incendio.
                         © Rubén Lapuente Berriatúa

2 comentarios:

  1. "Todavía imposible coserles
    ese perfume único
    de mujer al desnudarse
    que tiene una rosa en su almario…"


    El cierre del poema, con el amor mantenido en sus brasas por las rosas de invernadero, es un fogonazo de ternura que justifica el regalo y la presencia de las flores que musitan -tal vez con nostalgia- los "tequiero".

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  2. El invernadero está en Soria. Lo visité hace poco. Son las rosas de Febrero que le llevé a mi mujer cuando cayó herida por esa alimaña ciega que es la vida. A ellas no les cuesta nada ser tu paloma mensajera del amor.

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