¿No sabías mirar
o no te habían
mirado así?
Mira que cuesta
demorarse 
en una mirada nueva
como si te fueran a
decir
que ese lugar es
sagrado 
que esa no es tu
capilla
Ay  pero cuando alguien 
te mira así 
tan llevándoselo todo
 
a la cimera de los
ojos 
al umbral de los
párpados
a la alcoba
luminosa
de los solitarios
faros
cuando alguien no
deja nada
bajo los
pliegues del cuerpo
y  hasta el rictus 
de su corazón
o al fracaso que le
achica
lo sube veloz al
tendal
de su azotea… 
Ay cuando la caligrafía
de la mirada
no es un jeroglífico…
entonces  nace otra 
gemela 
frente a esa herida
dulce
de lanza de luz 
que como una larga 
trenza de espiga
esplende 
aquella  sonrisa tuya 
de boca niña 
la que nunca recela…
Venga
Al pajar de la luz
A la borda del
cielo 
A habitar
en los ojos!
¿Nos miramos?
          ©Rubén Lapuente



