Soñaba que la tierra cansada de dar vueltas y vueltas, se detuvo
para siempre. Y conmigo en la media mitad de luz.
Intranquilo, corrí y corrí a ese otro lado de hemisferio sombrío de noche estrellada. Pero en ese perpetuo medio miedo oscuro, angustiado de tinieblas, busqué al otro medio infinito de añorada claridad, pero, ¿cuándo fue ayer? ¿cuándo será mañana?
De la luz a la sombra, iba y venía solo…
¡Yo, que ahora era el tiempo en el siempre hoy!
©Rubén
Lapuente Berriatúa