RECITALES Y ARTÍCULOS

sábado, 7 de septiembre de 2019

¡AMPARO!



¡Llámala!

Desde la calle…
¡Grita su nombre!
Ella está dentro de un vergel.
Siempre te oye.

¡Espera!
Que al paso de un aroma
la voz aquí
se entretiene,
se embriaga,
se pierde,
se equivoca de oído…

¡Llámala otra vez!
Estará tirando muy suave de una raíz.
Cribando la tierra
para ese tallo perezoso.
Dejando un punto de luz
de agua en cada hebra.

Ayer me trajo en su regazo
brotes de belleza:
Una altea, un lilo, un laurel…
Es Amparo.
La que sabe lo que arraiga.
La que tiene ese arrullo
saliendo de sus labios
o de sus manos,
tan mágico,
que doma lo verde,
lo hechiza.

Ah, pero no, no…
Deja, deja…
No la llames ya más.
Se habrá quedado dormida…

¿Sabes?
Un día la llamó el dolor…

Pero ahora de beber
del oro de los días,
se ha hecho de luz de cristal,
de agua pura:
transparente.

Ayer me dijo que la vida
es ver crecer lo que amas.

Oh, déjala que duerma.
Déjala que siga trepando
por la eterna enredadera
de su sueño!

©Rubén Lapuente Berriatúa
El Rasillo de Cameros(La Rioja)

1 comentario:

  1. ¡Qué bueno y exquisito poema! "La que sabe lo que arraiga","me trajo en su regazo brotes de belleza", "la vida es ver crecer lo que mas", imágenes y metáforas delicadas, apremiantes, cercanas a lo más humano del ser. Belleza. Y, además, me recordó aquella canción tradicional leonesa: No la llames, no la llames, no la llames que ya duerme, que se ha quedado dormida, debajo de los laureles... que no la llames, que ya duerme.
    Felicitaciones, Rubén.

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