RECITALES Y ARTÍCULOS

miércoles, 28 de marzo de 2018

LOGROÑO MON AMOUR

                                 
           
Logroño
Qué sencillo eres
Qué campechano
Qué poco ahogas
Qué poca prisa nos metes
Sin laberintos
Ni sombríos atajos
Ni madriguera de salteadores…
Qué niño
no se soltaría de la mano

Logroño no te asedia
en el trabajo  
Invisible holgazán
mientras espera
a que guardes los papeles
de la oficina
A que suene tu sirena
para mirar cómo
empieza tu gozo
dudando  
entre esa miriada de bares
que jalonan las calles
porque cada uno
despacha
una joya culinaria distinta:
esa tapa de oro en la barra
que te persigue su olor
hasta cuando  
simplemente
pasas por debajo del imán
de su alocado
molinete en la puerta
Nos vemos en los bares
porque Logroño
es un lagar lleno
de racimos de uva púrpura
que vendimiamos
pisamos   
bebemos juntos
que de niños  
con un sarmiento
de alfanje atado a la cintura
fuimos capitanes
de esa infinita
almazuela de viñedos :
nuestro pequeño océano
de pámpanos  
para volver la mirada
siempre
por vez primera

Logroño es una estrecha
calle fugaz   para   
de vez en cuando
darse un homenaje :
Senda de los elefantes la llaman
creyendo que
todos vamos a salir
con una trompa y a cuatro patas  
cómico
si no fuera porque 
esa vieja “calle del Laurel”
la del antiguo oficio del amor
ya  sólo es una colmena de tabernas
con su desfile
de tentempiés de filigrana
sobrevolando
ese brindis coral
en una misma
copa de vino de vida…
Y todo en esa enjaezada
callejuela
tan breve o tan larga
como sacarle
una sonrisa a  la tristeza…
Pero eso sería poco
si Logroño  no fuera
un andén del viejo
camino de Santiago hacia uno mismo
Una fuente
para aliviar los magullados pies
de toda esa romería  
de peregrinos 
que cada día
atraviesan la ciudad
sellándola
en la credencial de su alma
Y qué menos  que cruzar
con ellos una sonrisa
Qué menos que decirles  al pasar
y bien alto :
¡Buen camino!
Pero eso sería poco
sin ese brazo del río Ebro
que nos toma de la cintura o de la mano
que invita a asomarte por sus puentes  
a la belleza de esa 
nueva acuarela de agua
de cada mañana
que hasta hace bien poco
tan sólo era
el aburrido espejo
o de una historia de nubes
o del desdén nuestro
de vivir
dándole la  espalda…
Pero poco
sin ese enjambre de mercaderes
sin ese glamour
luciendo en las mil y una lunas
de los escaparates
que te obliga a caminar por las calles 
de perfil   créeme
como un egipcio bailando
en un friso 
de la antigua Tebas…

Pero Logroño  
también
es una muchacha con su carpeta
apretada sobre el pecho
esperando  
bajo los viejos  soportales 
amaine la lluvia
o es un joven  en un bar
dando vueltas y vueltas
a su primera copa
de amargo vino de olvido
esperando al desamor…

Y para verle tendido con una
brizna de yerba
paseándose por entre los labios
sube al monte Cantabria
Desde ahí  Logroño
tiene melena rizada de río:
la tilde de su eñe
es un meandro del Ebro
con caladero de peces
en un cesto mágico  
para el orgullo de resistir
cualquier largo asedio
gabacho
Desde aquí  
las dos espigadas torres
de la Redonda
como dos enredaderas de piedra
aunque algo encogidas
por el progreso
aún pugnan   de puntillas
por su trocito
de cielo temeroso  de dios
aún toman primero 
la corona de laurel de la ciudad...
Desde aquí
viendo los cipreses
junto a la ribera
fosforecen los huesos amados
Sube el vaho del amor
o del dolor
del recuerdo siempre
Y si cierras los párpados
con los ojos abiertos
sientes que eres lo último
lo reciente     lo tierno :
esa  sucesión
de luz
de un cuerpo alumbrado por otro
que salió de otro  
en otro ser
y de otro…
de un primero
que aún hoy  
punza su memoria  
en tu espalda…
Desde aquí sabes
que hay algo
que te empuja a seguir
llámalo  Dios  o Naturaleza  
o misteriosa conjunción del azar…
Desde aquí comprendes
que    a cierta edad  
la vida:
eso que aún no sabes
del todo de qué va
por encima de cualquier cosa
es ver crecer lo que amas
               © Rubén Lapuente







4 comentarios:

  1. Qué bello es querer nuestra ciudad, amar nuestra tierra...
    Un beso.

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  2. Nos dejas un Logroño mágico con toque francés en una buena copa de vino... ¡Salud!

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    Respuestas
    1. Nos sitiaron los gabachos y con un río repleto de truchas resistieron nuestros antepasados.Se celebra en Junio : San Bernabé y reparten un pez y una jarrita de vino para conmemorarlo.
      Un abrazo

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